La cabeza de la Hidra
Populismo explosivo

El mundo y sus relaciones es bastante complejo como para seguir sumándole dificultades. Pero, definitivamente, nada es más complejo que la sencillez. 

 

Se me vienen a la mente mis dos frases de cabecera. Una es de Mies Van der Rohe (arquitecto alemán):

“Menos es más“.

La otra, atribuida a Leonardo Da Vinci:

“La simplicidad es la máxima sofisticación”.

¿Si el diseño (de cualquier tipo) es un proceso estratégico para resolver problemas, qué sentido tiene que la “solución” nos complique la existencia? Esto aplica desde la concepción de una idea innovadora (donde innovación equivale a facilitar la vida del usuario) hasta el diseño industrial, gráfico y la comunicación.

Desde hace unos años y como venimos diciendo especialmente durante la pandemia, estamos siendo más analíticos, exigentes y con consciencia colectiva. Buscamos corregir excesos y hasta nos incomodamos (y burlamos) con lo ostentoso. Algunos le llaman a esto “renovación del racionalismo”. Lo cierto es que las situaciones críticas nos hacen tomar consciencia del entorno y darnos cuenta de lo caótico que hemos estado viviendo. En consecuencia, demandamos productos y servicios con buen diseño. Buen diseño, es desde mi punto de vista, el que soluciona y no complica. O sea, sirve y me hace sentir bien: utilidad y emoción.

En las redes también hay una tendencia a lo simple, sobre todo en TikTok e Instagram. En estas redes, el concepto “buena onda” o “vibes” le gana a la ironía y la artificialidad a la que estábamos habituados. Vemos imágenes de ensueño, etéreas, muy, pero muy simples. En Spotify las listas con más usuarios son las de chill vibes. El contenido es un estado de ánimo o sentimiento con una estética rápidamente identificable.

 

La sencillez también pasa por la comunicación

¿Qué tan fácil resulta comunicarse con la marca, producto, servicio o dependencia que estás ofreciendo?, ¿es engorroso realizar un trámite, reclamar el servicio de postventa?, ¿tenés protocolos de atención al cliente/cliente conflictivo en redes?, ¿o los hacés ir del online al offline permanentemente?

Todo esto es parte de la comunicación. Comunicar no es solo hacer una campaña publicitaria divertida o abrir perfiles en redes sociales. La comunicación es la parte de la relación con las personas. Sí, sí, ¡así de básico! (podemos profundizar esto en otra nota). Por lo tanto, cualquier estrategia que pienses tiene que centrarse en el usuario/cliente/ciudadano y no en tus problemas como empresa/organismo.

Hace un tiempo tuve una discusión con una persona de un broker de seguros que me decía, muy convencida, que no iba a abrir perfiles en redes porque los abogados de la empresa se lo recomendaron para evitar juicios. Tres cosas:

. El juicio te lo van a hacer igual, tengas redes o no porque tu problema es el servicio que ofrecés (de paso, siempre es buen momento para este video sobre identidad digital).

. Los abogados no saben de comunicación.

. Te estás perdiendo la oportunidad de gestionar el riesgo y disminuir los casos que llegan a juicio por no tener una estrategia de comunicación. La mayoría de los conflictos surgen por problemas de… sí, comunicación.


 

¡Cuidado! Los discursos sencillos, digeridos, simplificados, achatan la creatividad.

Que algo sea sencillo no tiene por qué ser aburrido.

 

 


Creo que quedó claro que no hay nada más complejo que la sencillez. Así que, antes de comunicar, analizá todos los procesos internos que puedan estar involucrados en tu próxima acción, todos los factores externos y repetí esto:

Si necesitás una guía o querés que pensemos tu estrategia de comunicación, escribime: Hola, Sil!